Desde que estamos aqui Víctor ha experimentado grandes avances.
De entrada, lo metimos directamente en la cama de cuerpo y medio y nos olvidamos de la cuna. Cama de la que la segunda noche se cayó.
Nos hemos vuelto locos buscando barreras para cama pero ni rastro. Así que nos apañamos poniéndole una barrera casera con las sillas del comedor.
Nos hemos vuelto locos buscando barreras para cama pero ni rastro. Así que nos apañamos poniéndole una barrera casera con las sillas del comedor.
Además hemos empezado a introducir la rutina del cepillado de dientes. Eso le encanta. Con una cancioncilla que nos hemos inventado, vamos derechos a lavarnos los dientes después de cada comida, con su cepillo y su pasta de Pocoyo.
Lo último ha sido la retirada del pañal. Empezamos hace unos diez días. Los primeros dos o tres días, un verdadero caos, recogiendo pipí y caca por todas partes. Ultimamente ya tenemos más controlados los tiempos para ir al aseo, aunque todavía no lo pide por sí mismo. Tendremos paciencia. Eso sí, está encantado con la colección de canzoncillos qatarís que le hemos comprado.
Con todas las dificultades que suponen tantos cambios en tan poco tiempo, he de decir que Víctor nos lo pone muy fácil. Es un encanto.
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